La cámaras del sector pronostican un 2020 difícil por la presión tributaria y la suba en los derechos de exportación. Preocupación por las fuentes de trabajo.
Entre la presión tributaria y el aumento de los derechos de exportación, el sector pesquero comenzó el 2020 con bajas expectativas y preocupación. Lo admiten los representantes de las cámaras que nuclean a las distintas ramas de la actividad al coincidir en que se avizora “un año complicado”.
Si bien la actividad viene en retroceso desde hace varios meses, las primeras medidas económicas anunciadas por el gobierno generaron preocupación en el sector. Por un lado, aseguran que “no se resiste más la presión tributaria” mientras que el incremento al 9% de los derechos de exportación, condiciona la rentabilidad de un sector netamente exportador.
El presidente de la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (Caaba), Diego García Luchetti, afirmó que se avecina “un año muy complicado para la pesca”.
A la hora de argumentar el pronóstico, sostuvo que “el sector pesquero no aguanta una escama más de presión tributaria” y agregó que la suba de los derechos de exportación al 9% “golpean fuerte al sector, y especialmente al sector fresquero que procesa su materia prima en tierra para exportación”.
Otro de los aspectos en los que puntualizó García Luchetti es en el impuesto al dólar y en la diferencia del valor en la moneda estadounidense según su utilización.
“Con nuestros insumos a un dólar libre y exportaciones al dólar oficial, sólo provocará una fuerte retracción en la producción en tierra, poniendo en peligro la subsistencia de los barcos fresqueros y los frigoríficos en tierra, lo que impactará directamente en los empleos en tierra y toda la sustentabilidad del sistema, fundamental para el equilibrio social, ambiental y económico”, consideró.
Respecto a medidas que serían necesarias para reactivar la actividad, el presidente de la Cámara de Armadores sostuvo que el sector fresquero “necesita una política diferenciada en materia de retenciones, con una segmentación de las mismas y reducción de alícuotas o bien ir a un esquema de reintegros direccionados a la producción y agregado de valor a los productos elaborados en tierra”.
Por otra parte, también aseguró que sería fundamental “ordenar y modernizar los convenios laborales en tierra, bajar litigiosidad y costos de ART, para incentivar la generación de empleos y producción de tierra”.
“Ya veníamos en picada”
En la Cámara de la Industria Pesquera Argentina también hay preocupación. El vicepresidente Antonio Solimeno advirtió que “no hay un buen panorama”.
“Venimos de un último semestre que no fue bueno y tenemos que tener en cuenta dos factores: interno y externo”, señaló.
En referencia a las cuestiones internas, el empresario afirmó que “con todas estas medidas, aranceles a la importación e impuestos, el sector nuestro que es exportador, está exportando impuestos”.
En la misma línea, adelantó que “hay una versión que la provincia quiere gravar con ingresos brutos todo lo que salga por los puertos”.
Además de la presión tributaria y el aumento en los derechos de exportación, Solimeno se refirió al contexto internacional y aseguró que “los mercados no escapan a una economía globalizada”.
“En el 2019 los comodities cayeron más de un 22%. Entonces tenemos factores externos e internos. Es un año muy complicado”, avisó.
El vicepresidente de Caipa admitió que la caída del sector no es nueva al señalar que “ya veníamos en picada”, y sobre el contexto económico general dijo que “la gente viene con inercia y lo único que no quiere perder es el optimismo, pero cuando ves los resultados de fin de año, hay una caída de precios del 20%, los costos que crecen y hoy tenemos un dólar anclado”.
Solimeno admitió que no han tenido mucho contacto con las actuales autoridades. “Por todo el tema de las fiestas, no hemos tenido mucha oportunidad. Y en la provincia de Buenos Aires todavía no hay designada una autoridad pesquera”.
Fuentes de trabajo
Los empresarios advirtieron sobre el efecto que puede tener la caída en la actividad en las fuentes de trabajo de un sector fundamental en la economía de la ciudad.
“Este año vamos a tener presión tributaria y la presión de la gente, y con razón, además de un mercado planchado”, explicó. Y agregó: “Si me preguntan por el empleo, yo digo que el que se va, se va, no voy a echar gente, pero tampoco tomo. Me arreglo con lo que tengo”.
En tanto, Diego García Luchetti destacó que “las familias que viven de la pesca y todas las actividades que se generan a partir de la producción de los buques fresqueros se verán afectadas”.
Expectativas por las políticas
pesqueras del nuevo gobiernoEl primer contacto formal que hubo entre los funcionarios del nuevo gobierno, se produjo a los pocos días del recambio de autoridades.
El ministro de Producción, Ciencia e Innovación y Tecnológica, Augusto Costa, y la ministra de Desarrollo de la Comunidad, Fernanda Raverta, mantuvieron un encuentro con representantes de la industria portuaria en la sede del Consorcio Regional, en el que enfatizaron en la necesidad de “trabajar codo a codo para atender las urgencias y pensar el Puerto con una perspectiva de crecimiento”. Y destacaron que “hoy estamos concentrados en las urgencias pero tenemos un horizonte de mediano y largo plazo para avanzar en el desarrollo estructural del sector”.
El representante de los estibadores, Carlos Mezzamico, apuntó que “el discurso de ellos está en reflotar el puerto de Mar del Plata porque saben que es el principal polo productivo pero son expresiones de deseo por ahora, porque todavía no se empezó a trabajar en las políticas para generarlo”.
De cara al futuro, el sindicalista consideró que “todo depende de la política pesquera que ejerza la nación a través del Consejo Federal para poder de alguna manera u otra reconquistar algunos puestos de trabajo que se han perdido”.